Quien más y quien menos a estas alturas, ya acabando agosto, se encuentra pensando aunque sea de reojo en el coste de la vuelta al cole, y, por supuesto, comenzando a realizar esos complejos cálculos en busca de obtener el presupuesto adecuado para los gastos que van a devenir; sin duda una tarea complicada donde las haya.
Tal vez, a la hora de realizar esos cálculos, nos hayamos dado cuenta de que nuestro esfuerzo en ahorro durante lo que llevamos de año, ese ahorro que nos permitiría tener, por ejemplo, un colchón económico que manejar para estos gastos, no haya sido el más adecuado, y que aún necesitaríamos apurar un poco más en este sentido.
Aún estamos a tiempo de realizar algunas acciones que nos pueden permitir ahorrar ese pellizco de dinero necesario.
Consejos para ahorrar después de las vacaciones
Revisando que es gerundio
Si no lo hemos hecho ya debemos centrarnos en la revisión inmediata de dos importantes fuentes de gasto, revisión y, por supuesto, cambio si fuera necesario.
La primera fuente de gasto a revisar son los contratos de telefonía, televisión de pago e internet. Hoy por hoy las ofertas de unificación de servicios y facturación en este aspecto permiten ahorros verdaderamente notables que puede superar entre el 30% y el 40% de la facturación por separado de estos servicios.
Comparar nuestros gastos por separado con las ofertas unificadas, y, en su defecto, realizar una contratación beneficiosa para nuestro bolsillo, puede ser una opción muy atractiva teniendo cuenta por un lado que nos aportara directamente mínimo un par de meses de ahorro, y que, en muchos casos, las ofertas promocionales de contratación vienen con el añadido de bonificaciones en forma de descuento sobre las primeras cuotas.
Otra fuente básica de gasto a revisar es la de nuestros productos bancarios. En este caso, además, no sólo se trata de optimizar nuestros gastos, buscando aquellos productos que más comisiones y gastos nos generan y comparándolos con la oferta actual de mercado, sino también revisar el uso habitual que le damos a productos como las tarjetas de crédito; una fuente de comisiones que hay que tener bajo control.
En este caso, también podemos ahorrar un buen pellizco si conseguimos minimizar las comisiones, contratar productos menos caros y aprovecharnos de las promociones; así mismo en esta revisión del uso de la tarjeta de crédito, podemos no sólo encontrar probablemente tarjetas más baratas sino también acostumbrarnos a un uso más racional de estos productos.
En el caso de vencimiento de seguros, del mismo modo que con todos los servicios y productos anteriores, se impone una revisión a fondo de la oferta de mercado y de los costes que nuestros seguros nos acarrean.
El ahorro en el hogar
Si estamos efectivamente en una batalla por el ahorro, también debemos considerar los gastos del hogar como un objetivo a minimizar.
Cuestiones como una buena planificación de los gastos e ingresos, un uso racional de la electricidad, gas y agua, son cuestiones que pueden contribuir a sumar unos euros a esa cantidad que pretendemos ahorrar de manera inmediata.
El preahorro
Es una medida de choque, y un método que se muestra eficaz en esos casos en los que parece que no podemos ahorrar; se basa en algo tan simple como el no gastar lo que no se tiene, para ello simplemente debemos desviar de manera automática una porción de nuestros ingresos al ahorro a través, por ejemplo, de productos remunerados como pueden ser las cuentas de ahorro.
Se trata de algo tan elemental (aunque no sencillo) de no contar con esa porción decidida y de paso obtener una rentabilidad, aunque, es cierto, actualmente las cuentas remuneradas no es que pasen por su mejor momento.
En definitiva, no son acciones novedosas, no estamos descubriendo el fuego, pero sí son acciones que de no haberse llevado a cabo antes pueden sorprendernos por lo eficaz, y, darnos la grata sorpresa de aún en unos pocos meses proporcionarnos ese remanente necesario para complementar nuestros gastos vacacionales.
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