Una de las cosas más importantes a la hora de poder ahorrar todo lo posible, es saber gastar bien lo que tengas, ya sea poco o mucho. Y saber hacerlo bien, con todas sus consecuencias. Uno de los errores más comunes de las personas que reciben mucho dinero de golpe es no saber manejarlo, y en poco tiempo vuelven a estar como estaban antes o incluso peor.
El caso es que, como todos sabemos, el dinero es para gastarlo, lo cual no quiere decir malgastar. Está claro que las primeras necesidades que tenemos son la salud, la alimentación, la vivienda y la ropa, seguidas muy de cerca por los estudios. Pero una vez cubiertas estas necesidades, podríamos calificarlas como primarias lo que nos aparece es el ocio.
Ojo, para poder destinar dinero al ocio, debemos tener muy claro que tenemos cubiertas las espaldas. Es decir, estas cosas de las que os hemos hablado muchas veces, cierta cantidad de dinero guardada para contingencias inesperadas, cuanto más dinero haya en ese saco, mejor. El objetivo sería tener más dinero.
Bueno, pues cuando todas estas necesidades y ahorros están hechos, se supone que tenemos dinero para lo que algunas personas llaman vivir la vida. Vamos, gastarte el dinero en lo que te de la gana sin tener remordimientos.
Todos alguna vez hemos comprado cosas que sabemos que no necesitamos pero que tenemos una incontinencia tremenda a comprarlo. El problema surge cuando estamos apretados de dinero o tenemos que saldar deudas y nos es el mejor momento. Debemos aprender a controlarnos, a esto me refiero con saber gastar.