Aunque te parezca increíble, en cada mínimo acto que puedas realizar en tu hogar puedes ganar dinero. En realidad no vas a recibir dinero por seguir estos consejos, pero lo que sí vas a conseguir es que tus cuentas a pagar a fin de mes sean muchísimo más accesibles para tu bolsillo.
Revisa tu nevera y coloca el termostato a una temperatura interior entre 2º C y 4º C.
Al momento de instalar tu congelador o nevera, hazlo lejos de fuentes de mucho calor, como podrían ser tu horno, el calentador o algún lugar en donde la luz del sol le apunte de manera directa. También te conviene no ubicarla pegada a la pared, sino dejar un espacio para permitir que el aire entre en circulación y, de esta manera, facilitar la ventilación. Enfría los alimentos o bebidas a temperatura ambiente antes de almacenarlos en la heladera. Si se los coloca calientes, se produce un consumo de energía innecesario.
Otro consejo que debes seguir es controlar que las puertas de la heladera cierren de manera hermética para evitar que el aire se fugue.
Trata de abrir la nevera la menor cantidad de veces posible y también trata de evitar que las puertas permanezcan abiertas durante un largo período de tiempo.
No te dejes estar, descongela de forma periódica la nevera y el congelador periódicamente, según con las indicaciones del fabricante correspondiente.
Procurá que la rejilla ubicada en la parte posterior del equipo esté siempre higienizada. Si la heladera no llegara a tener rejilla, la refrigeración se realiza a través de las paredes de los costados. Por eso mismo, no se recomienda pegar papeles o imanes sobre las mismas.
Nunca te olvides de descongelar el frigorífico antes de que la capa que se forma de hielo llegue a los 3mm de espesor.
Tal vez no creas mucho en estos consejos, pero sin embargo, si seguís los tipos al pie de la letra podrías ahorrar más del 30% de energía!
