Las ofertas, promociones, descuentos, son una de las principales herramientas de muchos ahorradores para completar y abaratar la cesta de la compra. Saber aprovecharlas puede suponer la diferencia entre llegar a fin de mes y no hacerlo. Os explicamos cómo sacar el máximo partido de ellas también en verano.
Las grandes cadenas y los supermercados se empeñan obviamente en ajustarse a esta realidad, y por ello, prácticamente de manera continua, lanzan diferentes modelos de ofertas y descuentos; sin embargo no todos los descuentos ni todas las ofertas son iguales e incluso dentro de estas propuestas debiéramos estar atentos a las que más encajan con nuestras necesidades reales de ahorro.
Vamos a dar un repaso a los principales modelos de ofertas, sabiendo que por supuesto existen tantas posibilidades como imaginación le pongan al tema los departamentos de marketing correspondientes.
Descuento puro y duro
El descuento directo sobre productos habituales en la cesta de la compra, es, desde luego, el gran amigo del ahorrador. Es el más sencillo de analizar; simplemente se trata de realizar la comparativa entre el precio unitario habitual del producto y el precio rebajado que se nos propone, algo que además los propios entornos comerciales nos ofrecen en las etiquetas. Establecer una media de ahorro es complejo ya que va a depender mucho de las diferentes campañas, que en ocasiones se asocian a temas o elementos concretos, como por ejemplo las recientes campañas de algunas grandes cadenas eliminando en un gran número de productos el equivalente al I.V.A, con lo cual el descuento es evidente.
La manera más fácil de calcular el ahorro, aunque, no necesariamente la manera con la que más vamos a ahorrar.
2×1 y 3×2 (y variaciones)
Seguramente mientras usted está leyendo este artículo, se ha lanzado alguna campaña promocional de productos en 2×1 o 3×2, una variante interesante sin duda, pero a la que hay que prestar más atención inicial que a un descuento directo sobre el precio unitario.
Descubre en este post cómo hacen los supermercados para que gastes más en tus compras
Obviamente si tuviéramos que elegir entre estas dos opciones nos quedaríamos con la primera, ya que el 2×1 nos viene a garantizar un descuento del 50% sobre el precio unitario del producto en oferta, mientras que en el caso del 3×2 este descuento se reduce al 33%. Sin embargo aquí deberán entrar en juego otras consideraciones; ¿realmente necesitamos aumentar el número de productos? ¿En el caso del 3×2 el desajuste que nos produce en la compra proyectada pagar por dos productos en vez de uno se compensa en consumo con la obtención de 3 productos?
No son preguntas baladíes, ya que obviamente, en productos de gran consumo esta opción puede ser interesante, pero, en economías que se manejan muy a corto plazo, puede no resultarlo tanto. Así que, una buena opción pero si se ajusta realmente a lo que consumimos y necesitamos.
Los descuentos condicionados
Resulta muy frecuente que se nos propongan descuentos que tienen que ver con determinadas condiciones, hay muchos pero en este caso vamos a fijarnos en uno de los más habituales; los descuentos de obtención automática por compras.
Estos descuentos que se nos proporcionan en forma de cupones o vales de descuento a futuro, no tienen una media definida en el descuento, aunque por regla general, puede oscilar entre el 20% y el 30%.
Suelen estar condicionados para que su posterior aplicación deba ejercerse tras una compra con un importe mínimo fijado.
Obviamente, este tipo de descuento, que perfectamente puede ser acumulable con respecto a los anteriores, resulta interesante desde la perspectiva de las grandes compras, de cuando acudimos al espacio comercial a llenar nuestro carro, ya que los cupones no suelen ser acumulables, por lo que debemos elegir a la hora de aplicar el descuento aquel de mayor importe, por lo que si realizamos habitualmente compras medianas o pequeñas la efectividad será menor, sin embargo, desde la perspectiva de que puede ser un descuento acumulable, resulta indicado por ejemplo para una primera compra inicial del mes, que nos proporcionará un descuento importante, acompañada de una segunda compra mediado el mes que se ajuste a la exigencia de compra mínima, en la que podemos aplicar el descuento obtenido.
En este artículo damos claves sobre cómo planificar unas vacaciones baratas.
La lista de la compra
Del mismo modo que no imaginamos el funcionamiento de una empresa sin un presupuesto no deberíamos imaginar nuestras finanzas personales sin presupuestos. Desde la confección de un presupuesto general de gastos e ingresos, que es el que nos puede permitir acertar realmente a la hora de gestionar nuestro dinero de manera correcta a un lugar u otro, hasta presupuestos más concretos como el hecho de elaborar listas de compra.
Las listas de la compra deberían ser innegociables. Cada vez que acudimos a un gran espacio comercial, o simplemente, a un entorno comercial, con intención de adquirir productos básicos para el hogar, así como alimentación, deberíamos guiarnos por una lista de la compra.
Hay que tener en cuenta que una parte relevante del gasto en una compra no planificada resulta ser de productos innecesarios, productos sin los cuales perfectamente podríamos alimentarnos de manera correcta, y mantener nuestros gastos más controlados. Si no tenemos una lista de la compra a la que atenernos es obvio que de un modo u otro siempre vamos a comprar más de lo que realmente necesitamos.
Una lista de la compra debe ser meditada, si se basa en una alimentación ordenada, por ejemplo, en la que los menús están claros de antemano y las necesidades y consumos controlados, esta lista será más sencilla de realizar y por supuesto mucho más eficaz. Incluso cuando esta situación no se da es interesante realizar una lista de la compra ya que no sólo nos va a permitir ese ahorro al que nos referíamos, también va a permitir una mejor organización de las compras y, por extensión, un mejor uso de los alimentos o productos adquiridos.
Obviamente una lista de la compra también puede tener caprichos o elementos añadidos que resulten apetitosos o atractivos a la familia, no se trata de acarrear sino de racionalizar. Eso sí, si has elaborado una lista de la compra olvídate de salir fuera del marco de la misma, eso es hacer trampa al solitario.
¿Compra mensual, quincenal, semanal?
Este es un tema en el que va a costar ponerse de acuerdo ya que no todo el mundo piensa igual. De hecho, hay muchas personas que aún mantienen un modelo de consumo basado en compras aleatorias, independientemente de los periodos de tiempo. Realmente, al menos desde el punto de vista del ahorro, esto es poco recomendable, a mayor caos en la planificación de la compra mucho mayor riesgo de compras no necesarias y gastos añadidos.
Antes de decidir el tipo de compra que más se adecua a tus necesidades hay cosas que tienes que valorar, ya que van a influir mucho en la decisión final.
Por ejemplo es importante que valores la distancia que separa con los espacios comerciales donde sueles realizar las compras. Desde luego no es lo mismo que se separe del centro comercial un par de kilómetros y que puedas recorrer esos kilómetros en 10 minutos, a que te suponga un trayecto largo, un consumo de combustible elevado y mucho tiempo de desplazamiento.
También es importante echar un vistazo a tu entorno inmediato y valorar las posibilidades de adquirir productos frescos y los precios a los que se te ofrecen. No siempre comprar unos céntimos más barato y almacenar es mejor solución que comparar al día productos frescos en pequeños comercios, es una cuestión a valorar sin duda.
Por último también tienes que tener en cuenta el tiempo que vas a emplear y que dispones para las compras. Aunque parezca una utopía no conviene comprar a toda velocidad ya que no permite comprobar bien todas las posibilidades y ofertas que se nos ofrecen. Resulta mucho más interesante una buena compra, planificada y con tiempo quincenal que dos compras semanales a toda velocidad sin prestar atención a las ofertas.
Afortunadamente hoy en día los electrodomésticos, y concretamente los frigoríficos, han avanzado de tal manera que la congelación es no sólo viable sino muy interesante para quienes no pueden plantearse la adquisición de productos frescos a diario.
A partir de valorar todos estos elementos deberás configurar tu planning de compras. Hay muchas familias para las que con realizar una gran compra mensual y posteriormente combinarlo con la adquisición de productos frescos diarios es suficiente, para otras será necesaria la compra semanal ya que no pueden acceder a la compra de productos frescos diarios, etc. El caso es tratar siempre de planificar de antemano las compras.