La pregunta del millón para quienes utilizan su vehículo habitualmente y más aún para quienes el automóvil es el principal medio de transporte en las vacaciones veraniegas. La respuestas es afirmativa, se pueden hacer cosas para ahorrar combustible, y muchas de ellas dependen de nosotros mismos y en ocasiones las ignoramos por obvias cuando, realmente, el conjunto de acciones de ahorro podría suponer que un buen dinero no saliera de nuestro bolsillo.
Ideas, trucos y recomendaciones para el ahorro hay muchas, desde luego las cosas eficaces son conocidas por todos ya que no hay formula secreta, realizar comparativas de precios entre distribuidores, comprobar las recientes iniciativas de compras colectivas…
Pero hay otras acciones que podemos poner en práctica, que tienen que ver directamente con nosotros, con nuestro estilo de conducción o con como cuidamos nuestros vehículos:
- Mantenimiento previo del vehículo: Si siempre resulta aconsejable mantener el vehículo con un mantenimiento óptimo esto se multiplica en el verano cara a los viajes largos. Un buen estado general del auto puede repercutir en un menor consumo de combustible.
- Conducción eficiente: Aunque existen mucho debate sobre lo que realmente es un modelo de conducción eficiente, parece comprobado que mantener un tipo de conducción no agresiva, con velocidades constantes, sin muchos cambios de marcha ni acelerones ni frenazos contribuye también a un uso más racional del combustible.
- ¿Marchas largas?: Este es otro tema que genera debate, sin embargo, aunque depende de cada vehículo, realizar los cambios de marcha sin un gran exceso de revoluciones y aprovechar las marchas largas en relación al rendimiento del motor parece que es otro aliado de un consumo menor de combustible.
- Cuida especialmente los neumáticos: Aunque va incluido dentro del mantenimiento previo del vehículo el verano también es un momento adecuado para una buena revisión de los neumáticos y su sustitución en caso de exceso de desgaste así como en mantener una presión adecuada, algo que por otro lado siempre debe estar presente.
- Aire acondicionado: El uso correcto del aire acondicionado puede ahorrar un buen gasten combustible. En general tendemos a abusar de las temperaturas bajas en estos dispositivos lo cual multiplica el consumo de combustible, una temperatura media en torno a los 21° o 22° es más que suficiente en principio.
La importancia del mantenimiento del coche para el ahorro
Todo el mundo tiene clara la importancia del mantenimiento de un vehículo por la seguridad. Esto es algo que no admite discusión y que todos aceptamos. Sin embargo, no siempre tenemos en cuenta que un correcto mantenimiento de un vehículo no sólo supone el aumento exponencial de nuestra seguridad a circular, también supone un importante ahorro para nuestro bolsillo.
Vamos a descubrir algunas claves a tener en cuenta en el mantenimiento del coche para fomentar este ahorro y no añadir gastos extra a nuestros gastos habituales.
En primer lugar debemos cumplir los periodos recomendados de revisión. Solemos ser bastante laxos en este sentido y esto no es bueno en absoluto. Cuanto más se espacien las revisiones entre sí más problemas en forma de posibles averías, o consumo excesivo vamos a tener.
El mantenimiento preventivo para ahorrar
El mantenimiento preventivo es siempre una buena idea orientada a ahorrar. No debemos esperar siempre a que nuestros vehículos den problemas graves, sino que, deberíamos con frecuencia atender algunos aspectos que pueden contribuir al ahorro. De hecho, realizando de manera periódica algunas piezas y reponiendo determinados líquidos se va a borrar dinero a largo plazo necesariamente.
Nosotros mismos podemos ir comprobando de manera sistemática algunos aspectos:
- Verificar los niveles de aceite cada tres o cuatro depósitos llenos de gasolina
- Llevar siempre los faros activos y reponerlos cuando resulte indicado
- Revisar los amortiguadores, de manera tan sencilla como votar ligeramente el vehículo, al dejar de ejercer presión del coche debe dejar de moverse.
- Verificar el anticongelante de manera periódica, en aquellos lugares de temperaturas bajas y en invierno o al menos una vez cada 10 días.
- Verificar el líquido dirección hidráulica al menos una vez al mes.
- Verificar el líquido de frenos también al menos una vez al mes
- Verificar los limpiaparabrisas y reponerlos inmediatamente si están quebradizos o no cumplen su función. También ha revisar periódicamente el líquido de limpiaparabrisas.
- Limpiaparabrisas: revisarlos a menudo y poner otros si están rotos o quebradizos, o una vez al año.
- Revisar el líquido de transmisión cada 30 o 40 días.
- Revisar los neumáticos tanto en cuanto a la presión como al desgaste y sustituirlos cuando se encuentren desgastados o presenten bultos o grietas.
Es importante también tener en cuenta que la limpieza del vehículo no debe reducirse sólo a su interior. Un motor limpio alarga su vida, la sociedad del motor puede tener consecuencias graves como cuando el polvo contribuye a elevar el calentamiento interior y exterior.
La importancia de la conducción eficiente
Hoy en día, y como una corriente creciente en los últimos años, se da por más que comprobado que la serie de técnicas que en global el concepto de conducción eficiente, no sólo generan un nuevo estilo de conducción sino que logran acercarse mucho más conceptos como la sostenibilidad, el ahorro en combustible y la seguridad vial.
Existen diferentes parámetros para medir estos conceptos relacionados con la conducción eficiente, sin embargo, estos que vamos a repasar serían los más relevantes:
Primeros pasos en la coducción eficiente
A la hora de arrancar el vehículo se recomienda no pisar el acelerador, iniciar la marcha casi de manera inmediata tras el arranque y, sólo en el caso de los motores turbo alimentados esperar unos segundos antes de iniciar la marcha. Tras el arranque del vehículo se recomienda utilizar la primera marcha solo para el citado arranque, cambiando rápidamente a segunda.
En este artículo te damos ideas sobre cómo ahorrar en vacaciones
En ruta aplicando una conducción eficiente
Una de las claves de la conducción eficiente es el buen aprovechamiento de los rangos en las revoluciones en cada vehículo. Aquí es cierto que hay lugar para la controversia ya que no todo el mundo se pone de acuerdo en los momentos idóneos para cada cambio de marcha, y evidentemente el tipo el modelo de vehículo influye mucho.
Generalmente se da por aceptable que en los motores de gasolina realicemos los cambios de marcha alrededor de las 2000 revoluciones por minuto, mientras que en los motores diesel este ratio se reduzca hasta los 1500 revoluciones por minuto.
En general se viene a decir que en la medida de lo posible debemos utilizar marchas largas y revoluciones bajas, circulando si es posible incluso en ciudad utilizando Marchas largas. Se viene a decir en muchos casos que el uso más eficaz de los aceleradores tiene que ver también con su capacidad de recorrido, situando entre 50% y el 70% de dicho recorrido los márgenes de máxima eficiencia.
Las diferencias de consumo al utilizar un modelo más eficiente en el uso de las marchas puede llegar a suponer un ahorro de combustible verdaderamente importante que, dependiendo de la diferencia de vehículos y estilo de conducción puede incluso superar el 30%.
Más consejos sobre conduccion eficiente
Además de todo lo anterior existen más consejos que conforman el modelo ideal de conducción eficiente, como mantener la velocidad de circulación lo más fluida y uniforme posible, frenar de forma suave con el pedal del freno y en la medida de lo posible levantar el pie del acelerador dejando que el vehículo ruede con la marcha metida antes del frenado con el pedal, y reducir las marchas lo más tarde posible especialmente en las bajadas. Aquí hay algunos mitos que desmontar, uno de ellos es el de el consumo nulo al ralentí, esto no es cierto, el motor de un vehículo al ralentí consume entre 0,5 l y 0,7 l la hora mientras que, en velocidades por encima de los 20 km con marcha metida y sin pisar acelerador el consumo es mucho menor e incluso puede llegar a ser nulo.
Por último también debemos tener en cuenta otros elementos como de tener el motor para paradas superiores a un minuto, respetar la distancia de seguridad y el campo de visión (aquí se aconseja poder visualizar al menos dos vehículos por delante) tratar de anticipar las maniobras… En definitiva cuestiones que realmente respondan al sentido común pero que, muchas veces no ponemos en práctica y que, bien utilizadas para contribuir a mejorar nuestra seguridad y a mejorar nuestro bolsillo con el ahorro que puede llegar a suponer.