Si tienes calefacción central, a ti también te ha pasado: A menudo estamos en casa y notamos que la calefacción está más alta de lo que nos gustaría. En ocasiones, también sucede que la calefacción no está encendida aunque nosotros estamos pasando frío. En algunos casos la temperatura de nuestras casas se puede regular mediante termostatos aunque tengamos calefacción central pero esto no nos hará pagar menos.
Son muchas las personas que opinan que si pudieran administrarse ellos mismos la energía de calefacción ahorrarían dinero y además conseguirían mantener en su hogar siempre la temperatura deseada.
Aunque hay grandes fans de la calefacción central, hay a quien le gustaría renunciar a ella y administrarse su propia calefacción pero, ¿es esto posible?
¿Se puede renunciar a la calefacción central?
Porque estás descontento con el calor que consigues o con el precio que pagas quieres renunciar a tu calefacción central. Tristemente, he de anunciar que esto no es posible. Al menos, no es posible dejar de pagar por ella.
Lo que sí está permitido es renunciar a conseguir el calor que proporciona pero el pago de las cuotas correspondientes al calor central seguirá siendo obligatorio.
Dos alternativas gratuitas
Si el eximir a un propietario de pagar los gastos derivados del calor central está previsto estatutariamente, existe una posibilidad.
De igual manera, es posible permitir a un propietario renunciar a la calefacción central y a los gastos que derivan de ella si así se acuerda en el seno de la Comunidad de Propietarios. Por lo general, los vecinos no suelen estar de acuerdo ya que de dar su consentimiento, los gastos de mantenimiento se repartirían entre menos y acabarían pagando más.
En resumen, a no ser que esté previsto con anterioridad o que los vecinos den su consentimiento, un propietario no es libre de poder elegir no pagar la calefacción central de su edificio.
La solución
La gran mayoría piensa que no es justo que paguen los mismo los ancianos que no salen de casa que aquellos que casi no la pisan. La solución puede pasar por los llamados repartidores de costes de calefacción.
La función de estos «aparatitos» será repartir de manera individual los costes de calefacción atendiendo al uso que se le dan a los radiadores.
La instalación es sencilla. Tan solo será necesario instalar un pequeño aparato en cada radiador y recogerá ciertos parámetros que se transformarán en consumo real. El precio total es de 25 Euros.
ales y otros aparatos con similar cometido, en instalaciones comunitarias de calefacción o ACS, son considerados medidas de ahorro y eficiencia energética a los efectos del artículo 17.3 de la Ley de Propiedad Horizontal. Su instalación voluntaria por la comunidad de vecinos, requiere el voto favorable de las tres quintas partes de los propietarios.