Actualmente la subida en el recibo de la luz representa un potencial enojo desde varios sectores, hacia el Gobierno.
Mientras que el Gobierno ha explicado que la tarifa de la luz sube relativamente poco, para justificar esto se empieza hacer cuentas, y cálculos, con el fin de que esta subida parezca que no lo es tanto y que el impacto de este aumento es reducido para los usuarios. Esto ya ha hecho elevar el enojo de las asociaciones de usuarios.
Ciertos clientes pueden encontrarse con desagradables sorpresas, al recibir la factura y ver que ha subido de repente. Entre las contradicciones que se pueden dar es la suba del recibo de la luz para los usuarios cuando los precios para producir la energía eléctrica se han abaratado -la última subasta de energía entre comercializadoras-se ha cerrado con rebajas de entre el 6% y el 13%-.
TUR y mercado libre:
Este 2,6% de subida para los usuarios, se refiere sólo a los precios regulados. en términos técnicos es llamada tarifa de último recurso (TUR), a esta se pueden acoger los usuarios con una potencia contratada de menos de 10 kilovatios.
Habría 26,8 millones de contratos con derecho a TUR y de ellos, existen unos 4 millones a los que, automáticamente (al tener contratos de menos de 3 kilovatios) se les aplica el bono social –este es un mecanismo creado por el Gobierno- como medida para evitar que los más desfavorecidos reciban subidas en sus recibos.
De los 26,8 millones de clientes con derecho a TUR, no todos se encuentran ligados a esta tarifa regulada. Más de 4 millones decidieron pasarse al mercado libre. O sea se han acogido a alguna de las ofertas propuestas por las eléctricas, Existen 1,5 millones de contratos de baja tensión en este segmento sobre todo son pymes, que debieron acogerse directamente al libre mercado por tener contratos de más de 10 kilovatios. En total, más de 5 millones de clientes “liberalizados”. Pero dichos contratos en el libre mercado, que tendrían que disfrutar de mejores precios por tener ofertas de las compañías, y irónicamente pueden sufrir más las subidas.
Respecto a esto, el problema que pueden tener estos usuarios, es sobre la firma de una importante oferta con alguna compañía eléctrica, y el problema residiría en que en la letra pequeña figure que se revisarán precios cuando cambien las tarifas de acceso -los costes fijos del sistema- y no las de la generación eléctrica -la parte variable-.
Es así que, la diferencia entre tarifas de acceso y de energía es otra de las cuestiones a estudiar. Las de acceso reflejan los costes fijos del sistema; y las demás, los costes variables -esto es lo que cuesta producir la energía-. Las de acceso -que significan casi el 50% en el recibo de la luz- y son establecidas de forma unilateral el Gobierno.
Debido a que los precios de la energía han bajado bastante, esta subida no debería ser alta en las tarifas reguladas. Mientras que para los contratos en libre mercado, puede ser muy diferente. Ya que este tipo de contrato puede sufrir las subidas en tarifas de acceso, pero no las bajadas en las tarifas variables de la energía.
Si se analiza el por que, del aumento en las tarifas de acceso para que suban tanto, se puede decir que más allá de los costes de la distribución, existen otros costes que posibilitan esto, como los de las primas a las renovables.
A partir de los cálculos del Gobierno para fijar la subida de las tarifas de acceso, las renovables les significarán al sistema eléctrico 5.888 millones de euros, esto es un tercio de los 16.050 millones de euros de los costes fijos de todo el sistema.