El verano es un punto alto del consumo en el que a las compras habituales sumamos las que se realizan en periodo vacacional de manera extra. Con las rebajas de verano como punto de arranque, conviene prestar atención a una serie de consejos orientados no solo al ahorro en las compras de verano, también a comprar mejor.
A pesar de ser una época del año para el relax y desconectar de los problemas cotidianos, en verano tampoco se nos debe olvidar la importancia de ahorrar. Un gasto descontrolado en el verano puede significar un grave problema para la economía domestica durante el resto del año. Por otro lado ten en cuenta, sobre todos si tienes hijos, que Septiembre llega pronto y con dicho mes los gastos de la vuelta al cole.
No se trata de ser apocalíptico, sin duda te mereces una vacaciones, pero tus finanzas personales no van a cuidarse solas y, peor aún, un descuido ahora puede trastocar todos tus planes financieros para el año.
Si no queremos gastar más de lo que podemos o emplear mal nuestro dinero destinado a compras, debemos tener en cuenta varias cuestiones simples pero necesarias, estas son algunas de ellas. Y es que si hay un momento en el año en el que proliferan las compras innecesarias el verano es un buen candidato. Al relax de las vacaciones se une la multiplicación de la oferta de ocio y comercial en un momento en que la compra por satisfacción gana peso frente a la compra por necesidad.
Destina un presupuesto a las compras
Puede parecer una tontería, pero, del mismo modo que destinamos presupuestos a cuestiones como la alimentación o los desplazamientos y estancias, resulta conveniente destinar una parte del dinero de vacaciones a las compras y fijarlo de antemano.
En primer lugar debemos contar con un presupuesto general para todo el año. Esto es básico en cualquier economía doméstica, sin un presupuesto va a ser muy difícil controlar el equilibrio entre gastos e ingresos, y, por extensión muy complicado optimizar nuestras finanzas y ahorrar.
En la elaboración de este presupuesto veraniego debemos consignar todos nuestros gastos e ingresos, una manera relativamente sencilla es, detectados los ingresos, clasificar los gastos en tres grupos:
- Los gastos imprescindibles como alojamiento, transporte y alimentación…
- Los gastos importantes como actividades de ocio, comunicaciones…
- Los gastos revisables como gastos extra, compras prescindibles
Realmente no se trata de una lista que deba valer para todo el mundo ya que las necesidades cambian de un hogar a otro, pero, si es importante trazar estos tres grupos ya que a partir de ellos determinaremos el volumen de gasto real de nuestra familia en vacaciones.
Como se supone que hemos determinado una cantidad fija de dinero, o al menos esto sería lo correcto, ya podemos dibujar un mapa de gasto vacacional en el cual probablemente podamos definir cuánto dinero destinados a las compras, si es que decidamos dinero a tal fin.
Una vez hayas decidido cuánto dinero vas a gastar en las rebajas de verano, o en otro tipo de compras veraniegas, no te salgas de las fronteras que has establecido en cuanto al límite de gasto. De lo contrario estarías haciendo trampa al solitario, el presupuesto no serviría de nada y, peor aún, romperías una expectativa creada por ti mismo.
¿Dinero de reserva para imprevistos?
Del mismo modo que en un presupuesto global para el año hay que contemplar un porcentaje del dinero destinado a la posibilidad de imprevistos, no está mal que describes una cantidad a este fin también para las vacaciones.
Sin embargo, un imprevisto teóricamente no es una compra compulsiva, un imprevisto es una avería en el vehículo, la necesidad de desplazamiento urgente no programado, etcétera. En cualquier caso aquí la tarjeta de crédito si puede jugar un papel interesante sobre todo si los pagos aplazados a corto plazo no suponen encargar de interés.
Conviene ser honesto con uno mismo, el dinero que determinemos debiera ser el que usemos y en todo caso menos. Es una buena manera de tomar conciencia inicial de lo que vamos a gastar.
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Menos tarjeta y nada de crédito
Posponer el pago es simplemente dilatar la deuda. Si se desea incorporar al presupuesto de compras una parte a crédito (tarjetas) puede estar bien ya que se diversifica y combina el pago en metálico con la tarjeta, sin embargo, un exceso de uso de la tarjeta en este sentido simplemente traslada el problema del sobregasto de un mes a otro.
Cuando hablamos de nivel elevado de endeudamiento en la economía doméstica, en muchas más ocasiones de lo que podemos pensar, tiene un origen común en el sobre uso de las tarjetas de crédito.
De todos los medios de financiación al alcance del usuario, obviando los créditos rápidos a tasas elevadísimas, la tarjeta de crédito es el más caro a la hora de disponer de dinero en metálico. El error de usar la tarjeta de crédito como fuente de financiación justa mensualmente decenas de euros a miles de familias, y el problema es que no frenamos la situación y seguimos consumiendo con lo cual el ciclo se mantiene.
Piensa que a nada que entre intereses y comisiones gastes alrededor de 60 € mensuales al (nada difícil si utilizar la tarjeta para disposiciones en metálico y compras aplazadas) estás generando un gasto anual de 720 €. Es decir, esa mala utilización de la tarjeta está costando casi la mitad de lo que cuesta unas vacaciones medias en nuestro país.
El uso del crédito tampoco es una buena idea el origen para pagar las vacaciones, y desde luego no lo es para las compras vacacionales. El aplazamiento de la deuda no significa ni mucho menos que ésta desaparece, sino que aparecerá multiplicada por los intereses durante el resto del año, comprometiendo nuestra economía.
Un gran aliado en este sentido puede ser el uso de tarjetas prepago o virtuales. Este tipo de tarjetas, sin crédito y que tampoco funciona contra el saldo de la cuenta, se utilizan exclusivamente con el dinero que nosotros autorizamos a cargar como saldo. Si antes de comenzar las vacaciones destinamos una tarjeta de estas características para las compras, podemos perfectamente cargar el dinero que consideremos necesario y nada más. Se trata de tarjetas sin coste, sin gastos de mantenimiento de comisiones y que pueden hacer un gran servicio a este nivel.
Aprovecha las rebajas
La media de inicio de las rebajas de verano es el primero de Julio y su duración se alarga hasta finales del mes de Agosto (incluso Septiembre) dando lugar a primeras, segunda y terceras rebajas durante el verano.
Sobre el papel la calidad de los productos y sus garantías son las mismas en rebajas que en temporada normal, por lo que el verano es un momento más que adecuado para comprar con tiempo y buscar en rebajas aquellos productos que deseemos.
Para este año, con una ralentización generalizada del consumo durante el primer semestre, se esperan unas rebajas largas y agresivas en las bajadas de precios que den salida a mucho producto almacenado durante lo que llevamos de año.
Después de los procesos políticos que instauraban liberalización de las rebajas, es cierto que muchas grandes cadenas comerciales aprovechan este nuevo marco jurídico para lanzar ofertas de manera más o menos continua. Sin embargo, no es menos cierto que parece que al menos de momento se va a respetar el bloque de dos grandes épocas han año de rebajas, la de invierno y la de verano.
En este caso las rebajas de verano siguen anunciándose como tal y prácticamente manteniendo los mismos periodos que en años anteriores, como podemos ver a continuación en la lista por comunidades autónomas.
Obviamente las rebajas son un buen momento para plantearse compras a precios más baratos, algo que va perfectamente en línea con el ahorro, no obstante, como siempre, la recomendación es comprar con cabeza, comprar lo que verdaderamente se necesita y huir de la compra compulsiva.
Rebajas por Comunidades Autónomas
Andalucía:
- Del 1 de julio al 31 de Agosto
Aragón:
- Del 1 de Julio al 1 de Septiembre
Islas Baleares:
- 2 meses desde el 1 de Julio o primer día laborable siguiente al 31 de Agosto.
Canarias:
- Desde el 1 de Julio al 31 de Agosto
Cantabria:
- Desde el 1 de Julio al 30 de Septiembre
Castilla La Mancha:
- Desde el 1 de Julio al 30 de Septiembre
Castilla y León:
- Desde el 1 de Julio al 31 de Agosto
Cataluña:
- Desde el 1 de Julio al 31 de Agosto.
Comunidad Valenciana:
- A partir del último lunes laborable de Junio hasta el primer sábado del mes siguiente de Septiembre. 29 de Junio al 5 de Septiembre.
Extremadura:
- Desde el 1 de Julio al 31 de Agosto
Galicia:
- Desde el 1 de Julio al 30 de Septiembre
Madrid:
- Desde el 21 de Junio a 21 de Septiembre.
Murcia:
- Desde el 1 de Julio al 31 de Agosto
Navarra:
- Desde el 1 de Julio al 31 de Agosto.
País Vasco:
- Desde el 1 de Julio al 30 de Septiembre
Asturias:
- Desde el 1 de Julio hasta el 31 de Agosto.
La Rioja:
- Desde el 1 de Julio al 31 de Agosto
Melilla:
- Desde el 1 de Julio al 31 de Agosto.