El control de los gastos es una cuestión básica para cualquier trabajador autónomo. Optimizar el gasto para maximizar el beneficio no es algo que sólo deban hacer las grandes empresas.
Por ello, hay una gran variedad de cuestiones e ideas que podemos aplicar como trabajadores autónomos a nuestro día a día o a nuestro modelo de negocio.
Contar con un buen servicio de asesoría
Obviamente existe un gran número de acciones que tienen que ver con las posibles bonificaciones que podemos obtener, como la tarifa plana de autónomo, o ayudas puntuales dependiendo del perfil presentemos. También, los posibles beneficios fiscales.
Todos estos aspectos, que al cabo del año pueden suponer un buen ahorro, van a ser mejor manejados por un asesor profesional, capacitado y que pueda resolver todas nuestras dudas en materia fiscal, laboral, o contable.
No debemos visualizar los servicios de asesoría como un gasto, sino como una inversión para minimizar gastos y potenciar beneficios. Además, hoy en día existen opciones amplias que contemplan posibilidades como la asesoría online a precios más que asequibles.
Manejar un presupuesto claro
Por muy buen servicio de asesoría con el que contemos, si no somos capaces de manejar un presupuesto interno de manera exhaustiva podemos comprometer de nuestras finanzas.
Un presupuesto para un autónomo debe ser realista. Teniendo en cuenta que no siempre los ingresos son regulares, este realismo debe partir de un análisis completo y complejo del gasto. Una vez definidos todos los parámetros básicos con los que elaborar el presupuesto, debemos atenernos a él con vigor y sin relajación. Existen un gran número de herramientas y aplicaciones que pueden servirnos en este sentido.
Resulta conveniente elaborar los presupuestos codo a codo con nuestro asesor, o que al menos, participe en el análisis del mismo una vez lo hemos elaborado. Una visión externa de nuestra concepción del gasto y de cómo se puede optimizar, siempre es bienvenida, más cuando procede de profesionales.
Ahorrar en suministros
Esta es una cuestión para la que no siempre se le presta la atención que se debe. Un buen ejemplo lo tenemos con el uso de la telefonía móvil. La oferta de mercado incluye tarifas para autónomos competitivas que puede disminuir el gasto dentro de un apartado importante, ya que es recurrente, todos los meses asumimos la factura de nuestra telefonía móvil. No es un asunto menor, hay que tener en cuenta que hoy en día los teléfonos móviles se han convertido casi en el centro de operaciones de muchos trabajadores autónomos. Por ello, encontrar un buen servicio a un precio adecuado que se ajuste a lo que necesitamos es básico.
Esto es perfectamente aplicable también al gasto eléctrico. En primer lugar debemos realizar un análisis del coste que estamos asumiendo en consumos eléctricos. La relación entre la potencia contratada y la que realmente necesitamos no siempre está bien ajustada. Una vez determinada esta cuestión, podemos realizar una comparativa de la oferta del mercado donde también hay posibilidad de encontrar precios específicos para empresas o autónomos.
En cuanto al día a día, el gasto de electricidad depende del sentido común, no utilizar aparatos con mala eficiencia, revisar las instalaciones para evitar excesos de consumo, y hacer un uso racional de los dispositivos.