Este tipo de compra lleva en marcha prácticamente desde que se comenzó a comerciar, es decir, desde siempre. Sin embargo, con la llegada de la crisis son muchos los comerciantes que han intentado agudizar el ingenio y que han ofrecido este tipo de compra a sus clientes, los cuales, impulsados por la posibilidad de ahorrar, por el consumismo y por lo suculento de la oferta, accedían a este tipo de compra sin pararse a pensar si realmente les compensaba o no.
¿En qué consiste la compra con bonos?
Se trata de, en vez de consumir por unidades, consumir en lotes más grandes por un precio algo menor. Lo habitual es que haya que pagar la cantidad de todo el lote antes del comenzar a recibir ningún bien ni servicio. Algunos de los ejemplos más frecuentes de bonos:
- Bono de gimnasio: Paga 5 meses y acude 6 meses. Se trata de una oferta muy extendida entre los gimnasios.
- Bono para el periódico: Compra bonos con antelación para canjear por periódicos en kioskos durante todo el año.
- Bonos en restaurantes: En algunos restaurantes se ofrece la posibilidad de contratar bonos por menús, por lo general dentro de un determinado periodo de tiempo.
- Bonos de transportes: Uno de los ejemplos más básicos es el abono transporte o los bonos de determinados días para viajar dentro de la red todo lo que se desee.
- Bonos de masajes o spa: Son muchos los establecimientos de este tipo que ofrecen la posibilidad de contratar bonos por varios masajes o tratamientos dentro de un determinado periodo de tiempo.
Los ejemplos son infinitos pero todos tienen en común el descenso del precio total a cuenta de consumir mayor cantidad del producto. Sin embargo, es necesario estudiar bien esta alternativa y preguntarse si realmente esto supondrá un ahorro o, por el contrario, un gasto más elevado.
Ventajas
- Una vez se consume todo el bono, el precio resulta más bajo del que habría sido sin bono.
- Al comprar con antelación, se trata de un gasto del que no deberemos preocuparnos en el futuro.
Desventajas
- Si una vez comprado el bono el producto no nos convence o, por la razón que sea, no podemos seguir consumiéndolo, perderemos todo el dinero.
- Hace falta una inversión inicial mayor a la que en algunos casos no se puede hacer frente.
- Aunque depende del tipo de bono, en algunas ocasiones será imprescindible guardar el talón que nos acredite que hemos comprado el bono. Si se pierde este talón, se pierde toda la inversión.
Precauciones a tomar
Para evitar que el bono comprado no acabe saliéndonos rentable y que no nos gastamos más de la cuenta, deberemos tomar ciertas precauciones. Estas son algunas de las más importantes:
- Guardar a buen recaudo el talón comprado.
- Probar el producto o servicio que queramos consumir durante algún tiempo antes de comprar el bono.
